Se quebró la rama!

Puya, de plano que cuando algo va a pasar te pasa, típica Ley de Murphy jajaja o Ley de Queith: por un momento, anoche Estaba salado!.

La cosa es que ayer viernes uno de mis compañeros de trabajo nos invitó a su terrenito en cangrejera, una casita súper chiva y un lugar muy cómodo y tranquilo, Les debo las fotos pues no andaba con que tomarlas , el punto es que llegamos como a las 6:30 pm aun con luz de sol, dimos una vueltecita en el lugar, bajaron unos cocos y los tomamos así ‘al natural’ y luego nos llevaron a comer unos tamalitos de elote con cuajada y unas riguas…

Me acompañaba mi hijo y su mami. Estuvimos todos hablando bien chivo: de los pasaportes, de los agentes de migración, del Jefe gruñón, de la Ministra de Salud, de solteros x familia de viaje, de las vacas del señor que cuidaba el lugar, etc. Pero ya estaba oscuro, hacia un viento fuerte y estaba a punto de llover.

El Gabo no quiso comer xq creo q es igual que yo que no mucho los pasa XD es más por el ambiente de jodarria q me los comí, él solo comió cuajada. Empezamos la retirada no sin antes agradecer los tamalitos. El corredor y el portal de la casa estaba súper oscuro. El viento azotaba y apenas caminábamos con las luces de los celulares. La esposa de quien nos llevó iba adelante, luego la mami de mi hijo, Gabo y yo detrás de ella y los otros dos al final.

De repente, apenas saliendo de la casa… Crack!!!! que se oye un ruido muy fuerte, alguien grita “se quebró la rama” yo que veo para arriba y entre la oscuridad de la noche apenas se veía el ultimo azul oscuro del cielo alcanzo a ver como una sombra venia encima de nosotros…

Puya, que feo se siente. Llevaba a Gabo de la mano por lo que lo jale hacia mí, agache la cara, levanté el brazo derecho para cubrirnos y zas! el talegazo de la rama en la cabeza y el brazo. Al caer la rama, que de paso le dio un toquecito a Gabo, estiré el otro brazo en la oscuridad para alcanzar a Bessy…

Bessy, Bessy, donde estás… Peps!!!!

Juela, no me contestaba. Me dolía la cabeza, Gabo lloraba del susto, del rozón de la rama y del apretón que le di. Pensaba ‘Puta, esta mujer esta debajo de la rama’, se me había encogido el estómago, me empezaba a llenar de algo que le llaman angustia según Salarrué y a punto estaba de salir con el Gabo a buscar a la Peps cuando…

Sum… y el Gabo?

No se imaginan cuanta paz espiritual sentí al escuchar su voz a mi lado . Muy a pesar de las diferencias entre nos que no nos permiten estar juntos, no se que haría si algo le pasaba a esa mujer… Ya me acerqué a ella, le pasé al Gabo que aun lloraba, todos se acercaron a ver si no era algo grave (gracias a Dios que fue más el susto que el golpe) y continuamos hasta llegar donde estaba el carro.

Ya un poquito pasado el susto, Gabrielito venia diciendo:

Mirá mamá, así le hizo ve: ‘Fuera Abajo’… y me asusté bien asustado…

Hay mi niño, pobrecito. Ya de regreso ese episodio fue el tema de conversación y cada uno contando lo que pasó, como lo vio y que se imaginó. Así que aquí estoy con un medio ‘chindondo’ en la cabeza y un raspón en el brazo. Creo que de alguna forma Dios me dio un coscorrón como para decirme:

Hey Sum, revisá tu vida y  no te quedés ahí…

Aunque cuesta, creo que le haré caso . Hay cositas en la vida que siendo tan simples te hacen pensar en ella de una forma diferente y afloran sentimientos e instintos que no suelen ser comunes. Cuídense mucho y cuidado con las ramas y los vientos fuertes, no hacen una buena combinación.