A Benedetti

Hace varios años, cuando la pubertad terminaba y comenzaba a sentir mariposas en el estomago por mis compañeritas de colegio,  empecé a interesarme por buscar poemas que les gustaran y con los cuales podría ‘ganar puntos’ con ellas… Clásico, cursi talvés, pero siempre funciona!

Pero no fue ya en mi adolescencia, cuando me enamoré de una linda señorita -de ojitos café muy pequeños, con una boquita que dan ganas de comerla besos, un atractivo físico sin igual, simpática e inocente- que me encontré con una ‘Táctica y estrategia’  de un tal Mario Benedetti. Primer encuentro. Era una historia que apenas empezaba…

A él acudo de nuevo para hablar con ella, ahora madre de mi hijo, que aun sigue siendo alguien importante en mi vida a pesar de todo lo vivido, para decirle “Hagamos un trato”…

No falta en los momentos de ocio buscar una buena lectura en la web de algún blog interesante,  algo de Neruda, García Márquez, Saramago y este escritor uruguayo, entre otros.

Pero cierto día de mayo, el cielo estaba melancólico, necesitaba y no necesitaba algo -o alguien-. entonces decidió, llevarse a uno de los grandes para deleitarse con sus historias y su poesía, con su experiencia y su reflexión, por que la vida aquí en la tierra sigue siendo un lío y él, lentamente, se había convertido en un sabio.

Adiós a un grande… y muchas gracias!

Chau número tres

Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres.

Sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro.

Te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota.

Te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía.

Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono.

Estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos.

Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra.

Estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen.

Y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.