Solo por esta noche

Despierta temprano. Es, para Adán, un sábado normal como cualquier otro, excepto porque este día cumple años. Le toca turno en el trabajo, hasta el medio día. Se levanta de la cama, suspira al verla vacía (xq las personas que le gustaría que ahí estuviesen están lejos de él), hace la cama, toma la toalla y se va a duchar.

Ni un mensaje, ni una llamada perdida. La gente sabe que no le gusta el escandaloso 'Feliz Cumpleaños!' (o si le gusta pero se hace el fuerte, le gusta cuando suena sincero y no por compromiso). Panes con queso y un jugo de naranja para desayunar, igual no piensa en almorzar (hace ratos que perdió el apetito).

La bodega esta como siempre. Algunos saludos por diferentes medios. Aunque no lo acepte, se emociona de saber que hay gente que se acuerda de él. Adán siente miedo, xq sabe que este día tendrá algo en especial: será el último fin de semana que pasará con su familia. Debe ser un día normal, como si nada hubiese pasado, como si fueran felices, como le gustaría vivir.

Es tarde, sale corriendo a 'su casa', no quiere desperdiciar ni un minuto.

Papaaaaaaa ya veniste!!!!

Un escalofrío sacude su espalda. Un abrazo y un beso. Un 'Hola amor!' complementa la bienvenida, 'ya comiste?' (dice Eva) y de repente, Adán tiene hambre. Los nervios están de punta pero no lo quiere demostrar. Que importa lo que pasó la semana pasada. Que importa lo que hizo en esa oficina, que importa que todo esté perdido… lo que importa es disfrutar este día.

Chambres, noticias, juegos, sorbete al 2x1, risas, abrazos disfrazados, películas a medias x el berrinche del pequeño, unos emparedados para cenar, ropa cómoda para estar en casa. El bebo se duerme y al fin ven la película que hace ratos querían ver. Adán esta alegre y triste. Eva ni lo nota. Adán disfruta su mejor regalo a la fecha, algo que él mismo se ha regalado: dejar a un lado toda la presión y ser feliz porque quiere ser feliz (aunque sea solo por esta noche)

Todo marcha bien. No tiene dinero, las deudas lo asfixian, muchas cosas pasan por su cabeza… pero esta feliz con las personas que ama. La película esta más que buena. Adán y Eva están cómodos en el sofá, como hace ratos no lo hacían. Sonreían y hablaban de todo un poco. Adán empieza a coquetear (el muy abusivo) Eva se asusta, mas no se aleja.

Ambos comienzan a jugar y en una suerte de empujones, caricias disimuladas, cosquillas y retos… que caen del sofá y ella queda justo sobre él. Las miradas se cruzan, todo queda en silencio. Adán acaricia el rostro de Eva, juega con su pelo, sonríe y dice:

Estás mas linda que nunca!

Los corazones latían fuertes, el deseo comenzaba a fluir por las venas. Un delicado beso rompe el hielo, los brazos de él en la espalda de ella, las piernas enredadas. La pasión se apodera del momento y se revuelcan en el frio piso. Adán la levanta y acomoda en el sofá. No dejan de mirarse a los ojos. Sonríen. Él no sabe si ella quiere parar. Ella no sabe si él se detendrá. Ambos saben que quieren seguir.

Se desnudan poco a poco, saborean el roce de sus pieles. Hace tanto que no disfrutaban un momento así. Hacen el amor como nunca antes, como siempre lo hicieron. Cada gota de sudor vale la pena. Él la levanta del sofá y, sin soltarla, la carga a la habitación, dejan fluir toda su imaginación y lujuria.

Cada suspiro arrancado es exquisito. Cada músculo que tiembla les recuerda que están vivos, que el paraíso existe junto a ese cuerpo cansado y satisfecho que yace sobre esa cama. Aun jadeantes, se abrazan fuertemente. Adán besa la frente de Eva, ella se acomoda en su pecho y cierra los ojos. Él susurra: "Ahora, casi puedo morir en paz…". Ella calla. Sabe porque lo dice, responde: "no hables de mañana, disfruta simplemente el ahora"

Y así lo hizo. Aun la amaba, aun la odiaba, pero había aprendido a perder.
Durmieron placenteramente.